LA VICTORIA DE “LOS OTROS”

Ministerio del Interior Resultados electorales 2011

Han pasado unos días desde que se celebraron las últimas elecciones municipales en España. 8.116 municipios elegían a sus dirigentes locales, 68.462 concejales y concejalas se presentaban en listas electorales, 5 municipios y  2300 concejales más que en 2007.

13 Comunidades Autónomas elegían, a su vez, a sus Presidentes autonómicos, incluyendo los correspondientes 824 diputados a los respectivos parlamentos autonómicos además de otros 2900 cargos a elegir entre Diputaciones Provinciales, Consejos en Navarra, Baleares, Juntas Generales en Euskadi, así como algunas entidades menores en Murcia, Extremadura y Andalucía. Para todo ello, 34.681.888 votantes estaban llamados a las urnas, 444.552 más que en la edición anterior.

A estas alturas, hemos oído análisis de todo tipo y color; la victoria aplastante del PP, la debacle del PSOE, la influencia del movimiento 15M, la aparición de Bildu en el escenario electoral vasco, el efecto “Cascos” en Asturias, la presencia sólida de UPyD y el crecimiento de IU en determinadas Comunidades Autónomas.

Todas ellas tienen parte de razón, algunas se basan más en deseos de quienes las realizan que en certezas que las validen y, en muchos casos, no contamos con la información necesaria para constatar dichas interpretaciones.

Cuando comencé a analizar los datos pensé en escribir algo rápidamente, pero conforme fui avanzando en el análisis observé que requería algo más de tiempo y una extensión que sobrepasa los rigores blogueros por lo que tan sólo enunciaré aquí algunas de las cuestiones que más me han llamado la atención, evitando en la medida de lo posible, salirme de lo estrictamente observable y contrastable.

Los politólogos/as nos empeñamos en decir que las elecciones municipales no son extrapolables a unas elecciones generales, aunque resulta evidente que marcan una tendencia, y ante un resultado como este, más todavía. Sin embargo, no dejan de confirmar que existen demasiadas variables y comportamientos electorales que dificultan una traspolación directa. Veamos por qué.

Sin entrar en detalle sobre los resultados electorales en las principales capitales de provincia y en las Comunidades Autónomas donde se elegían a sus representantes autonómicos, más por falta de espacio que por falta de ganas, refutemos algunas hipótesis y lecturas todológicas más o menos bienintencionadas o interesadas.

Antes de sumergirnos en los datos, debemos entender algunos cambios en el cuerpo electoral con respecto a las elecciones generales, que inciden en la dificultad antes expuesta de trasladar los resultados municipales a unos comicios generales. El principal cambio a tener en cuenta lo encontramos en el cuerpo electoral. Han sido las primeras elecciones municipales en las que el electorado español residente en el extranjero, es decir, en países no europeos, no han podido por primera vez votar en las municipales, lo que ha supuesto un descenso de 1.162.029 votantes. Este descenso se ha corregido con el incremento en 155.177 votantes extranjeros que han podido ejercer su derecho en estas elecciones. La resultante final, producto de éstos y otras modificaciones ofrece un cuerpo de electores decreciente en 562.300 personas en comparación con los comicios de 2007.

Dicho esto, comenzamos el análisis por la participación electoral que  no sólo ha bajado, sino que ha aumentado en 2,26%. Si corregimos el dato absoluto y lo relacionamos con la bajada del censo electoral, el porcentaje relativo de participación es aún mayor. El incremento de 0,53% en el voto en blanco y de 0,62 en el voto nulo, teniendo en cuenta lo anterior, es aún más reseñable, alcanzando los 973.518 si sumamos ambas cantidades.

Estos primeros datos nos dicen que: no podemos extrapolar los resultados directamente puesto que en unas elecciones generales la participación electoral aumenta en unos 10% aproximadamente (ronda entre el 73-77%), lo que nos daría justamente la distancia entre las dos fuerzas mayoritarias que, precisamente, son quienes se juegan las mayorías de Gobierno. El aumento del voto nulo y del voto en blanco, en una mirada global son apenas reseñables, aunque necesitaríamos de un estudio post electoral que explicara las motivaciones de dicho incremento del voto, no tanto en relación con los votos en blanco, que podemos identificar como un deseo de participar pero que no han encontrado una opción de su gusto, pero si del voto nulo, puesto que éste si se pudiera interpretar como un voto “protesta”. Pero como ya digo, son meras especulaciones sin base científica que lo valide.

En segundo lugar, y siempre atendiendo a los resultados obtenidos en las elecciones municipales desde una perspectiva general, analicemos eso que el Ministerio del Interior denomina “los otros” o “resto”.

En algún otro post he hecho referencia al término que acuñó en su día el Prof. Ruiz de Azúa “La Sopa de Letras”, para explicar el surgimiento de partidos políticos con la transición democrática. Parecía que iba a ser flor de un día y que, con el paso del tiempo, el número de partidos iría decreciendo, como ha sucedido en otras democracias vecinas. Muy por el contrario, este número no ha hecho más que crecer, especialmente en los intervalos comprendidos entre comicios municipales. Desde 2007 a 2011 este número se ha incrementado en 766 partidos nuevos (según Registro de Partidos del Ministerio del Interior). Se le pueden sacar muchas lecturas pero de lo que no cabe duda es que el interés por la política (espúreo o no) sigue vigente, que no es una moda o tendencia de antesdeayer (antes de que surgiera el 15M ya tenían que estar inscritos todos estos partidos) y que el sistema político y electoral español se ha dotado de un procedimiento muy flexible de inscripción de partidos políticos por el régimen de asociaciones que permite la participación democrática de todo ciudadano interesado.

El denominado resto ha obtenido un total de 1. 675.339 votos válidos a candidaturas, mientras que en las pasadas elecciones consiguieron 292.590 menos. ¿No muy significativo? Sigamos desgranando los resultados. Añadan a estos votos válidos a candidaturas aquellos de partidos pequeños que han obtenido representación y alguna alcaldía, como UCIT, ARALAR, S.I, PSM-EN-APIB, Compromiso, CDL, CxI, Partido Riojano etc. Entonces obtenemos la ya no desdeñable cifra de 2.797.141 votos válidos a candidaturas frente a los 1.439.510 de las anteriores, es decir, 1.357.631 más que en 2007. ¿Suficientes? No, porque se nos olvidan tres fuerzas electorales que han irrumpido, con no poca fuerza en el escenario electoral municipal. A saber: UPyD, Bildu y FAC. Determinantes las 3 en la conformación de gobiernos en sus respectivas zonas de influencia, han sumado entre ellas 900.081 votos. 465.000 de UPyD, 313.231 de Bildu y el Partido de Cascos que obtiene 121.725 votos. Aunque sólo sea por jugar, sumemos todos y nos da la cifra de 3.697.222 votos válidos a candidaturas. ¿Demagógico? Significativo, diría yo, pero sigamos adelante. Aún quedarían 3.153.131 votos que han ido a formaciones políticas con sólida implantación en sus territorios y muchas de ellas, con representación parlamentaria. Algunas de ellas como la CHA, UPN, PA, PAR, PRC, en ocasiones consiguen representación parlamentaria en el Congreso de los diputados; otras como CIU, ICV, BNG, EAJ-PNV, Esquerra, o CC cuentan con diputados en las Cortes. Si bien es cierto que todos ellos suelen tender a perder electores en las elecciones generales respecto de las municipales y autonómicas, optando sus electores por propuestas políticas mayoritarias en el territorio nacional.

Y nos queda el 1.437.158 de IU, que ha crecido en 220.128 votantes en comparación con 2007, lo que es un resultado significativo y positivo para esta formación.

Por último el PSOE que ha decrecido en 1.484.778 votos y el PP que ha aumentado sus votantes en 557.956.

Una discusión recurrente siempre que se celebran comicios electorales en nuestro país alude a la desproporcionalidad del sistema electoral, especialmente de la fórmula D´Hondt  a la hora de convertir los votos en escaños. Cierto que este tema daría para otro post, pero atendamos a una sola cuestión: el índice de concentración de voto, es decir, el porcentaje de votos válidos a candidaturas que aglutinan las dos fuerzas políticas más votadas, PP y PSOE. En 2007, estas dos formaciones concentraron el 70,5% mientras que en las últimas elecciones este porcentaje se ha visto reducido al 65%, con un total de 926.000 votos menos. Otro cálculo relacionado con este es el de la fragmentación electoral. El 32% restante se lo dividen un total de 37 formaciones políticas, sin contar pequeñas formaciones que han obtenido menos votos, por lo que el índice es todavía menor.

La debacle del PSOE no alberga dudas, pero sí que cabe preguntarse ¿dónde han ido los votantes?

Sin bajar a los territorios para explicar comportamientos electorales locales, si se puede decir, sin llegar a ser exactos, que algunos de los votantes del PSOE en las anteriores elecciones habrán ido a parar al PP, otros y no en poca cantidad si estudiamos los resultados madrileños habrán cambiado su opción por UPyD. Indudablemente, el voto más ideologizado del PSOE habrá optado por castigar a su opción política otorgando su confianza a IU. Por último, los partidos pequeños han aumentado en un 1.357.631 de votantes. “los otros” han conseguido crecer y mucho, tanto que, junto con UPyD, Bildu y FAC son claves para la formación de gobierno en incontables municipios de la geografía española, además de los ganados por sí mismos.

Por tanto, “los otros”, el “resto”, los “pequeños”, con quienes pocos cuentan, terminan siendo, en cierto sentido, los ganadores de estas elecciones.

En resumen, con los votantes de los “otros” y el 10% menos de participación electoral en estas elecciones con respecto a las generales, reafirmamos que no pueden extrapolarse los resultados electorales de estas municipales a las próximas generales, cuanto menos directamente. Demasiada “volatilidad” como para dar nada por hecho.

¿Y de las autonómicas? Teniendo en cuenta que son 13 sistemas electorales distintos, con circunscripciones distintas, barreras electorales y sistemas de partidos distintos, debería hacer un post por cada una de ellas…

Comments

  1. Daniel Toda Castán says

    Yo te pediría entonces un post para Castilla y León. Reconozco que no es el escenario político más interesante de todos los que existen, pero al igual que haces en esta entrada, estoy seguro de que podrías revelar cosas al menos sorprendentes sobre el electorado de la región.
    Me alegro de re-encontrarte, te seguiré a partir de ahora. Me despido desde Suecia.

    • javilord says

      Estimado Dani,
      me alegra mucho re-encontrarte y espero que todo te vaya muy bien.
      Tomaré tu propuesta e intentaré analizar el caso de Castilla y León con detenimiento.
      No sé si hallaré alguna cosa interesante pero prometo esforzarme.
      Un abrazo

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